Pequeña tempestad





La música, el piano;
tu cuerpo al sol
pide que lo acaricien mis manos.

La tempestad del ambiente
me recuerda mi corazón contento,
en el desliz de un abrazo
que se pierde cada vez mas en el tiempo.

Vuelo
sobre la inmensidad de tu imagen
que localiza el viento.
Subestimo
la causa de mi destino
porque prefiero el silencio.
Pero amo tus gritos
y refriego mis ojos de lágrimas
que desbordan por tu indiferencia

Porque en la inmensidad de una flor
sus pétalos, crueles y efímeros
frente a mis tristes dedos,
se deshojaban adivinando el melancólico final

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