Se abrió la puerta del ascensor, ya lo sentía, caminó por el largo pasillo hasta llegar casi al final, la llave demoró un poco la entrada, pero no lo suficiente, al entrar lo vio, era una escena horrible, sobre todo por ser solo espectador, sobre todo por ser su esposa, desenfundó el revolver y le ordenó al muchacho que se fuera, quizás era su día de suerte, ella lo miro, los ojos se le llenaron de lágrimas e intento explicarle, él ni lo pensó apretó en su mano la botella de vino de la mesa y sin darle oportunidad se la partió en la cabeza, cayó instantáneamente.
La policía y dos años de prisión, pero no el divorcio. Ninguno de los dos lo quería.
La policía y dos años de prisión, pero no el divorcio. Ninguno de los dos lo quería.
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