Era el instante armonioso de encontrar aquella noche, ese alma constante desventurada y viciosa, salí por entre las frecuencias que despiden olor a café y con tus preguntas me hallé. Demostraste interés, escuchaste mis explicaciones y aunque quizás solo entendías algunas palabras, me regalaste tu compañía. Pero pasaron los días hasta que tu interés creció y me reclamó, fue así que entre el humo y la risa, pero sin darme prisa volqué mis labios en ti.- ¡Que momento romántico! – dijiste irónicamente por el tema pesado de banda de rock metal que sonaba tridente en los parlantes. Risas. Pero... ¿Que quieres niña? Mi ser solo sentía tu presencia. Te percibía sin darme cuenta ni importarme nada más. Solo Tú. Luego sí, el hielo se rompió y comencé a disfrutar de tus besos, cuando de pronto el trovador apareció y de la mano de Saya,una canción bellísima, te subí la apuesta y dije:- ¿Querías un momento romántico? Toma – y así la noche nos sonreía, las velas iluminaban y el trovador tocaba uno de los temas más bellos en Portugués. ¿Qué será de la ¨Saudade¨? Esa nostalgia y melancolía junto al cariño y felicidad que se juntan en una sola palabra…
Hoy se me hace presente y me pregunto ¿Quién cambió la llave de esta unión? Si yo la tenía. ¿Cuándo la mano del atrevido me la arrebató?
Que ilusión, claro. Nunca la tuve y nunca la tendré porque no existe esa llave, solo existen elecciones, solo existen creencias.Y pido perdón a mi humanidad errante y vagabunda por creer todavía, por haber creído y de antemano también pido disculpas a mi alma que entristezco en mí pasar, porque a pesar de todo, sigo y seguiré creyendo en el verdadero amor… ¨
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